viernes, 16 de septiembre de 2011

Vida, muerte y religión.

He escrito mucho en este blog, y el tema que me dispongo a tratar no es nuevo, pero me sorprendo de no haberle dedicado un post exclusivo.

Una de las formas de saber lo que somos, de conocernos, es saber que es la muerte, porque si lo consiguiéramos sabríamos lo que es la vida.

Al enfrentarnos a este tema, conocer la naturaleza de la muerte, emergen a primer plano características muy profundas de nuestra propia naturaleza, siendo una ocasión aún más especial de conocernos a nosotros mismos.

La vida, sin necesidad de definir lo que es, aquí, en la tierra, tiene un comienzo y un fin. He sido testigo de ambas cosas. Antes de nacer no somos. Cuando la tierra aún no existía y el sol estaba formándose ningún ser vivo de los que hoy puebla la tierra existía. Los átomos, los materiales que nos componen si, pero no somos los materiales que nos componen, de echo, a lo largo de la vida estamos constantemente renovandolos. Tus brazos, piernas, músculos, huesos y órganos se regeneran y sustituyen poco a poco. Incluso las células que menos cambian, las del miocardio del corazón, se regeneran internamente. No somos lo átomos que componen nuestro cuerpo.

La información, en primer momento genética, y posteriormente ambiental percibida por nuestro sentidos es lo que realmente nos compone. Es una información cambiante, que comienza cuando nuestros genes se juntan en nuestra primera célula, y una vez formado nuestro cerebro, según comienzan las primeras percepciones sensoriales, estrenamos nuestro almacén de información ambiental, nuestros recuerdos. Anterior a estos dos sucesos no hay nada que pueda identificarse como nosotros. Y derivado de esta afirmación podemos decir que morimos cada instante para volver a nacer como otras personas, cambiamos dejándonos olvidados por el camino. ¿Eres igual que cuando tenías 5 años? ¿Serás igual que ahora con 80?

La gran mayoría de las personas, incluso puede que tú mismo, lector de estas palabras, creen que hay algo más. Que venimos de algún otro sitio, como reencarnación, alma inmortal, o cualquiera de las miles y miles de opciones religiosas al respecto de nuestro origen que cada una de las personas a lo largo del planeta puede llegar a tener, en el presente, pasado y futuro. No me cuadra que cada vez seamos más seres los que vivimos y más humanos sobre la tierra. A lo largo de la historia sabemos que ha habido momentos de gran florecimiento biológico en el planeta, y periodos como las glaciaciones que han supuesto la muerte para muchos individuos. Si hay algo aparte de lo dicho ¿Donde se conservan las almas que no están en los seres vivos? ¿Donde estuvimos esperando a nuestro cuerpo los miles de millones de años que tardó en existir nuestro sistema solar? Si la población de humanos sigue aumentando ¿Donde están los que aún no están vivos?

Ahora que conocemos la sinapsis, la gestación humana al detalle, la genética. Ahora que hemos visto como una persona que sufre traumatismos craneales u otros problemas cerebrales localizados modificaban sus capacidades mentales, personalidad y recuerdos en uno u otro sentido.¿No es momento de dar un paso para adelante, hacia la utópica verdad, y abandonar creencias infundadas que no nos conducen a ningún sitio?

Cuando morimos, nuestro cerebro deja de funcionar (o al revés). Las conexiones neuronales se rompen y las neuronas mueren. Con ellas, nosotros. Nuestra información ambiental se borra, desaparece, y la información genética, de igual forma, con la muerte de las células y del organismo en conjunto.

Nacemos con la necesidad de respuestas. La evolución nos hizo llegar aquí como individuos con un arduo sentido de la curiosidad. Un individuo curioso, que se interesa por la causa de lo que sucede, es un individuo con grandes conocimientos del medio en el que vive, y, por lo tanto, un individuo con grandes posibilidades de supervivencia. Esto que tanto bien nos ha hecho como especie, y que tan bien nos viene en nuestra sociedad actual tiene un efecto secundario. Un reverso tenebroso del que no nos podemos librar. Somos seres supersticiosos. La necesidad de respuesta nos empuja a inventárnosla sobre las cuestiones para las que no encontramos explicación. Que consecuencia tiene esto: que termina la esperanza de encontrar la respuesta correcta, porque la respuesta inventada nos corta el camino. Detectar las creencias no fundadas y eliminarlas es el único camino hacia las creencias correctas y reales.

La ciencia es nuestra única herramienta válida en este sentido. No es perfecta: se basa tan solo en la experimentación, y postula teorías apoyadas en otras teorías, que de demostrarse falsas hacen caer todo el castillo de naipes... pero nos ha traído hasta aquí. ¿Tu no tienes microondas en casa? pues lo tienes gracias a la ciencia.

Buscar la respuesta a qué es la vida y la muerte nos hace darnos contra una pared muy dura, tanto que muchos prefieren saltarla con la escalera de la superstición, de la religión. Con ella no te das el golpe, pero terminas, igualmente, al otro lado del muro: el final del camino.

Con mis palabras no quiero menospreciar lo más mínimo el sentimiento religioso personal (nada que ver con las organizaciones religiosas), ni intentar convencer con mi postura. Siento, y cada vez más, un gran respeto por quienes su religión les ayuda a vivir, a convivir con la muerte de familiares o amigos y a morir. Respeto y envidia, muchas veces.

Para mi no hay elección. Soy asepticamente ateo porque todo en mí me empuja a pensar tal y como estoy escribiendo, y no puedo más que ser consecuente.

16 comentarios:

  1. A veces tengo verdadera envidia, e pensar que los creyentes, en su afán de pasar al otro lado, creen fervientemente en que habrá otra vida...
    Yo, como tu, no pienso que tal cosa exista pero te aseguro que si así fuera, seria muy feliz de poder vivir mi otra existencia, de una forma diferente pero llena de vivencias o simplemente viendo pasar la eternidad....
    Muy bueno Salviati, como no podía ser de otra forma, viniendo de ti. ;)

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  2. Yo todabía sigo esperando respuestas que esquivan cada vez que hago las preguntas, son muchas las historias biblicas que nadíe a demostrado cientificamente, a la vida podemos responder pero a la muerte todabía no y el más allá para mi no existe, con la muerte se acaba todo, disfrutemos de la vida.
    Me encanta este post.
    Un abrazo.

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  3. Todo lo que comienza tiene un final..
    Tenemos la inmensa suerte de vivir.. y cada vez estoy mais convencida que estamos aquí por puro hazar.. sin más..
    Así que en vez de vivir esperando otra oportunidad en otra vida, vivo disfrutando y saboreando cada instante de esta.. Porque ya sabemos amigo mio que después no hay nada.. simplemente nada..

    Como siempre, gracias por compartir tus pensamientos.. te adoro..!!

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  4. Hola a todos!
    Yo en primer lugar querría señalar que la envidia hacia los creyentes por parte de los ateos debería ser relativa porque, ¿no será mejor pensar que no hay nada a la posibilidad de sufrir eternamente en el infierno? ¿No es preferible pensar que nuestros seres queridos ya no existen pero no sufren a creer que cabe la posibilidad de que están sufriendo en el infierno?
    En fin, que supongo que en ocasiones la falta de creencias puede ser preferible a las creencias si éstas nos hacen sufrir o nos vuelven temerosos o asustadizos o no nos dejan disfrutar de la vida...
    Bueno, ésta era la repuesta corta, ahora os envío la larga en la que le llevo un poco la contraria a Rubén, para variar ;))

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  5. Estoy de acuerdo con todo lo aquí expuesto pero, como Rubén ya sabe, en mi opinión hay que añadir algunas ideas que deberían trasladarnos del ateísmo al agnosticismo (es decir, de la certeza de que no puede haber nada sobrenatural ni divino a la idea de que cabe la posibilidad de que sí que lo haya, si bien no es seguro).
    Ante las preguntas del tipo: ¿Existe algún dios o algo sobrenatural? ó ¿puede haber algo anterior o posterior a la muerte? La respuesta del ateismo es un rotundo y claro no. Yo sin embargo pienso que existe la posibilidad de que la respuesta sea afirmativa, si bien es cierto que no puedo tener ninguna certeza al respecto.
    Para ello expongo aquí un par de ideas:

    1) El cerebro en la cubeta. Éste es el nombre que los filósofos modernos le han dado a un problema que lleva siglos planteado. Para darle ese nombre se remiten a un experimento mental: supongamos un cerebro (por ejemplo el nuestro) metido dentro de una cubeta y conectado por diferentes cables a un potente ordenador. El ordenador estimula las áreas visuales y sensoriales y recibe las repuestas que nuestro cerebro emite. De este modo puede hacer creer al cerebro que éste se encuentra en un chiringuito en la playa tomando un refresco y puede simular que el individuo, por ejemplo, se pone a caminar, porque recibe la decisión como un impulso nervioso del cerebro y comienza a estimular las áreas que producen la visión, el tacto, etcétera.
    La cuestión es que no podemos distinguir si nuestra vida es real o si nuestro cerebro se encuentra en alguna cubeta de este tipo (éste es al final el argumento de películas como Matrix).
    Otra forma de plantearlo es con los sueños, sustituyendo en ese caso la cubeta por un sueño y dando a entender que no podemos distinguir si todo lo que creemos que es nuestra vida no es sino un sueño dentro de otra vida. Otra opción es pensar que estamos drogados o enfermos en nuestra vida real y que ésta que pensamos que es nuestra verdadera vida no es sino un ilusión. En algún momento podemos despertarnos en nuestra vida real y darnos cuenta del engaño.

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  6. 2) El animal humano y el conocimiento. Dado que el ser humano no es más que un animal evolucionado, pero al fin y al cabo un animal, ¿no estará su conocimiento limitado por su propia capacidad intelectual? Cada animal en la escala evolutiva tiene un conocimiento, un esquema mental de la realidad, de lo que le rodea, de lo que es lógico o ilógico, de lo que existe y lo que no. Ese esquema se va haciendo más complejo conforme más inteligente es el animal, hasta que llegamos a nosotros mismos y nuestro conocimiento. No conocemos nada ni nadie con un conocimiento superior al nuestro, lo que nos hace creer que algún día sabremos todo lo que es posible saber. Pero, una especie que fuera un salto evolutivo superior a la nuestra en cuanto a inteligencia, ¿no tendría un conocimiento inalcanzable para nuestras capacidades del mismo modo que un mono no puede comprender nuestra visión de la realidad? O una especie extraterrestre mucho más evolucionada, ¿no podría conocer cosas incomprensibles para nosotros?
    La idea aquí es que la realidad en su conjunto, o el conocimiento, es decir, todo aquello que puede ser conocido, es para mí algo que cada especie descubre pero sólo en parte. Los monos conocen una parte de esa realidad y nosotros conocemos una parte mucho mayor, pero nuestro propio cerebro supone un límite para nuestro conocimiento, y una especie con un cerebro mucho más “potente” abarcará un espacio mayor de esta realidad, pero tampoco podrá saberlo todo.
    Un ejemplo para mí de todo esto es nuestra incomprensión del Big Bang, que no es un problema científico sino inherente a nuestras propias limitaciones como especie (para leer más de este tema http://ellaberintodelalma.blogspot.com/2011/05/el-nacimiento-de-las-leyes-de-la.html)

    Con estas dos ideas pretendo decir que es posible que esta vida y este conocimiento que tenemos sea sólo un subconjunto de la verdadera realidad. Por lo tanto, es posible que hubiera una vida antes o después de ésta (puede que esta vida sólo sea una ilusión, un sueño, una enfermedad, un impulso de un ordenador sobre nuestro cerebro en la cubeta) y puede también que haya algo sobrenatural o divino o como lo queramos llamar (algo que exista más allá de la limitación inherente a nuestro cerebro animal). Y puede que del mismo modo que un mono no comprende que el agua que cae de una nube puede volver a ascender y para el es imposible tal cosa (y nosotros sabemos que ese agua posteriormente se evapora y vuelve a subir a la nube), es posible que tras la muerte de algún modo que se nos antoja imposible algo de lo que somos perdure.

    Pero también puede que no sea así, que todo esto no sean sino ilusiones del animal al que se le dio el regalo envenenado de la inteligencia, del animal que descubrió que iba a morir y que desde entonces trata de esquivar de cualquier modo su inevitable final inventando creencias.

    Así que como, en mi opinión, ambas cosas son posibles, lo mejor es vivir esta vida sin pensar en otras porque puede que esas otras no existan, pero tampoco hay que cerrar del todo la puerta a esa posibilidad y es bueno buscar opciones para intentar esquivar el golpe de la muerte, siempre que esas opciones respeten y toleren la libertad de los demás para escoger otra opción vital, y nunca traten de imponerse o de sentirse en posesión de la única verdad.

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  7. Lo primero muchas gracias por tus respuestas, sabes que son alimento puro para mi mente , - )

    Las dos cuestiones que plantean el viaje hacia el agnosticismo las contestaría de la siguiente manera:

    1.- El cerebro en la cubeta: Si la realidad percibida es o no real fuera de mis percepciones es algo que no debe preocuparme. Si realmente para mi es transparente que mi cerebro reciba el mundo real o unos impulsos eléctricos de una granja de humanos de Matrix ¿Por que he de sufrir dudando si es una cosa o la otra? Si no hay diferencia, si es exactamente igual una cosa que la otra, si nunca voy a poder discernir que es lo que está pasando realmente no entra dentro de mis competencias. Debe darme igual.

    2.- Nuestra disputa preferida , - ) Ya sabes mi opinión, nuestra inteligencia demuestra día a día que somos capaces de abstraer hasta la más ilógica de las ideas para explicar el universo en el que estamos, que no solo percibimos con nuestros sentidos, sino que ampliamos los mismos con máquinas.. dispositivos que potencian y aumentan sus capacidades muchas veces. Hemos encontrado la explicación a una basta variedad de sucesos naturales.. y no paramos de seguir haciéndolo.. Volvemos a la cuestión filosófica de antes.. Si estamos en la caverna mirando a la pared y hay todo un mundo a nuestra espalda, entonces ese mundo no pertenece a nuestro contexto.. no está en nuestro universo, y debe darnos igual... para nosotros no existe, por definición de palabra existir.

    UN ABRAZO ; - )

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  8. Gracias a tí por tu post, es lo que hace que podamos hablar de estas cosas ;)
    Lo único que añadiría es que aunque es cierto como dices que debe darnos igual desde un punto de vista práctico, no es lo mismo tener la certeza de que la realidad es real, es decir, de que no tenemos el cerebro en una cubeta, que pensar que hay una posibilidad por muy remota que sea de que así sea (o de que la vida sea un sueño). En el primer caso podemos dar portazo a muchas elucubraciones pero en el segundo tenemos que mantener una pequeña duda.
    Del mismo modo tal vez una realidad externa o superior a las capacidades de nuestro cerebro animal nos sea indiferente desde un punto de vista práctico, pero el darnos cuenta de su posible presencia nos obliga de nuevo a abrir la puerta a posibilidades que en otro caso podríamos zanjar como imposibles.
    Con esto de abrir puertas no me refiero a creer lo que cualquier religión o superstición esté dispuesta a ofrecernos (por ejemplo, no podemos creer en el creacionismo ante la evidencia de la evolución), pero sí podemos admitir que puede haber algo que se nos escapa, que nos supera...

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  9. Defender la duda.. por encima de todo.. siempre duda.. ella es un camino, hacia más duda, a traves de la única ilusión de realidad que tenemos... ; - )

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  10. Buenas, hace mucho tiempo que no leo tu blog, pero aceptare tu invitacion de la semana pasada, "just for fun".

    Ruben, la duda no es el camino, la duda es la muerte, si dudas paras.
    Si no dudas, avanzas, retrocedes, te caes.
    Siempre es mejor caerse que quedarse parado. Siempre es mejor retroceder que quedarse parado.
    Siempre es mejor Avanzar que quedarse parado. Siempre es mejor la decision que la duda. Estoy decidido.

    Acerca de la vida y la muerte.
    Nuestro ser empieza con la primera señal electrica entre dos neuronas en el cerebro dentro del vientre de nuestra madre, se desarrolla con cada color que descubrimos, con cada hormiga que matamos, con cada pedo que nos tiramos, y desaparece con la ultima señal electrica entre dos neuronas cuando morimos.
    No hay mas. No hay nada despues. No hay nada antes.
    Podemos crear todas las teorias que queramos. Divertidas para gente divertida como el Pastafarismo. Inteligentes para gente inteligente como el cerebro en la cubeta. Simples... como seres que nos crean a su imagen y cielos eternos. Pero son solo pajas mentales, en lo que el metro tarda en llegar desde Bilbao a Vallecas soy capaz de inventar 10 teorias nuevas, y tendran la misma validez que cualquiera de las expuestas aqui. Tendran la misma validez que las expuestas por cualquiera de las miles de religiones a lo largo de miles de años. 0, nada, nothing.

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  11. ¡¡Que ilusión!!!! Rafa por estos lares , - )

    La duda a la que te refieres es la duda sobre si hacer o no hacer... esa es enemiga del acto, tal como comentas y estoy de acuerdo en que no ayuda a buscar, y por lo tanto no es positiva.

    La duda a la que yo me refiero es la que debemos tener sobre nuestras conclusiones. La duda que precisamente no permite que te estanques en lo que crees, abriendo la puerta a que sigas buscando y buscando.. siempre adelante , - ) ¡¡Sigue decidido!!!! pero dudando de lo que crees , - )

    Cuando te he leido me he dado cuenta (más cuenta) de que hecho de menos nuestras superconversaciones, por lo que dices y por como lo dices , - ) ¡¡¡SALUDOOOOSSSS!!!!!

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  12. ¿Tarta de queso o tres chocolates?
    Yo diferencio lo que es una creencia y lo que es un conocimiento.
    Creencia(creo).
    Creo que hay vida en el universo fuera del planeta Tierra.
    Creo que nunca llegare a conocerla por culpa de la distancia y el tiempo.
    Creo que esa vida puede ser inteligente.
    Conocimiento(Sé),
    Sé que Superman es un personaje de comic y no existe.
    Sé que Dios es un personaje mitologico y no existe.
    Sé que cuando desconectas el ordenador del enchufe y deja de tener electricidad, deja de funcionar.
    Sé que cuando se apaga la ultima conexion neuronal dejo de existir.

    Puedo tener dudas de mis creencias, no tengo dudas de mis conocimientos, si tuviera dudas de ellos, se convertirian en creencias.

    El problema puede estar en que nadie tiene problemas con que yo sepa que Superman no existe. Pero, no entiendo todavia el porque, tienen problemas con que yo sepa que Dios no existe. ¿cual es la diferencia entre Dios y Superman? Aparte, claro, de que uno de ellos sabemos seguro que lleva los gayumbos por fuera.

    Pero vamos a lo realmente importante. Creo que el helado de tarta de queso de la heladeria de Torre de la Horadada es mejor que el de tres chocolates.
    Bueno, la verdad es que el de tres chocolates esta para chuparse los dedos. Si, definitivamente es mejor el de tres chocolates.
    Pero es que la frambuesa del de tarta de queso esta... hay dudas, dudas.
    ¿Tarta de queso o tres chocolates?

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  13. JJJAJJajjjajajjaAJJAJA..... buenisimo.. jajjajaja ; - )))))

    Sin embargo, tus "se" no deben ser opacos...si son totalmente opacos no te dejan ver detrás de ellos, y quizá, detrás, tengamos una tarta de tres chocolates con queso (y que sepa bien, que en primer momento parece una mezcla, como diría mi hija, azqueroza).

    No estoy diciendo que no debas ser ateo al 100%... ¡¡como voy a decir yo eso!!!!... solo digo que seamos ateos al 100% hasta el día que quedemos a tomar un café y se presente dios y el monstruo de espagueti. Ese día, los cuatro, dejaremos de ser ateos. Hasta entonces, no.

    Si tu y yo hubiéramos nacido 100 años antes, seguramente, hubiéramos crecido sabiendo que el tiempo es universalmente uniforme e igual para todos. Poco después, un Alemán despeinado nos habría explicado lo contrario, que el tiempo es relativo al observador. Ese "se que el tiempo es rígido", de pronto, se nos jode en mil añicos. Podríamos reaccionar de dos maneras... la obtusa, al más puro estilo católico, manteniendo nuestros "se" por encima de la evidencia en contra... o dudando... mirando a través de nuestro "se" para llegar al Alemán, reformándolo, reformulándolo y volviendo a construir un nuevo "se" igual de rígido, pero transparente gracias a esa duda sana que nos permite no ser totalmente obtusos, solo tener una opinión formada.

    ¡¡Yo quiero un Häagen Dazs de vainilla con nueces de macadamia!!!! jjajajajjajaja....

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  14. ¿Qué hay después de la muerte? ¿puede ser lo mismo que lo que hay antes de la vida?

    Si nosotros antes de nacer estabamos muertos o eramos nada, significa que aún así hemos vuelto a la vida, pero algunos dirán que somos un cúmulo de información en un momento dado (va por ti Rubén).

    Me dijiste Rubén que si una persona crea una nota musical, la graba y luego la borra sería equivalente a nosotros: No existía, existía, dejó de existir por los tiempos.

    Yo te contesté que Carl Sagan dijo que para hacer una tarta de manzana primero había que crear un Universo.

    El problema es que la tarta al igual que la nota musical siempre han existido,una tarta no deja de existir solo porque alguien no la haga, siempre está ahí, simplemente nadie la está haciendo. Es un conjunto de normas que al aplicarlas dan el resultado de una tarta de manzana.

    Si nosotros antes de nacer estabamos muertos y aun así ahora estamos vivos, significa que somos la tarta, vives porque se reunen los ingredientes que forman tu ser para nacer y morir, hasta que en algún momento del tiempo o lugar del espacio vuelvan a reunirse esos ingredientes exactos. Recuerda que por miles de tartas que se hagan, en esencia, todas son diferentes.

    Lo que quiero decir es que antes de nacer ya estabamos muertos por lo tanto siempre hemos existido. La nada siempre será nada, y aun así, al haber estado muertos antes de nacer ahora estamos aquí.

    No se puede crear algo de la nada. La energía ni se crea ni se destruye, se transforma.

    Yo se Rubén que eres tozudo, (yo lo era más) pero piensalo, sientate en el sofa y liberate de cualquier dogma científico y religioso. Medita como ser racional. Meditalo sin interferencias e imagina el antes de nacer, dónde estabas, que eras y sin embargo ahora estás aquí, y ahora preguntate:

    Ser o no ser, esa es la cuestión. Si antes no era, por qué sí lo soy ahora. Por qué lo que no era nada es posible que sea ahora. Qizás siempre existí y nunca fallecí, lo que siempre és no puede dejar de ser.

    Te dejo algunas frases ;):

    "La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos". Antonio Machado

    "La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene". Jose Luis Borges

    "La muerte no es más que un sueño y un olvido". Mahatma Gandhi


    "La muerte es sólo el despertar de un profundo sueño." José Llamazales

    "Muerte es todo lo que vemos despiertos; sueño lo que vemos dormidos." Heráclito

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  15. ; - ) Muy buena tu respuesta Josep.. me gusta mucho...

    Cuando medito sobre este tema... y te aseguro que lo he hecho fuertemente, lo que encuentro no son motivos para pensar que siempre he existido... sino para pensar que ni siquiera ahora existo... que esto que sentimos como "ser"... como "existir" es un invento del hombre... un sentimiento subjetivo que exagera la realidad de lo que sucede.

    Tienes en una mesa una pila.. dos cachos de cable.. y una pequeña bombilla... ¿Tienes una linterna?.. yo creo que no. No hay linterna. Antes de que existiera el planeta tierra y todo el sistema solar estuviera en el núcleo de una estrella supergigante no había linterna. De pronto tu juntas un cable con el + y la bombilla.. otro con el - y el otro polo de la bombilla y bualá... tienes una linterna... has creado un dispositivo que es capaz de crear luz que antes no existía.. no estaba... tu la has inventado y creado.. has echo emerger una nueva característica que antes no existía a base de unir elementos que si existían, formando un nuevo nivel de información cualitativamente diferente.

    Con nosotros pasa igual.. hay un montón de átomos por ahí pululando... y, de pronto, una célula con su ADN y su ejército de encimas las utilizan.. las ordenan y agrupan haciendo emerger características en sus uniones que ellas por separado no tenían... formando capas de información... unas encima de otras.. cada vez más complejas y elaboradas... desde los distintos tipos de células => tejidos => órganos => sistemas hasta llegar al ser vivo.

    Toda esta concentración de información que somos no es gratis.. la segunda ley de la termodinámica dice que la entropía siempre crece... es decir, que el desorden, la no información aumenta con el tiempo... así que al universo no le gustamos... de tal forma que nos degradamos y corrompemos con el tiempo hasta que la información borrada o corrupta es tanta que ya no recordamos, a nivel celular, como somos... y nos morimos, es decir, dejamos de luchar por seguir manteniendo la información que nos constituye y la que queda se disuelve... la desunión de los átomos que nos formaban eliminan las capas de información que habían emergido con nosotros... para volver a quedar únicamente átomos sueltos y dispersos.

    La ley de la conservación de la energía sale intacta tanto del nacimiento como de la muerte, ya que durante toda nuestra vida somos máquinas de absorber energías químicas, utilizarlas para representar nuestro cuerpo.. y liberarlas de nuevo al mundo en forma de calor... El momento del nacimiento y el de la muerte no son excepción.

    En cualquier caso, este tema es especialmente filosófico, ya que se cruzan muchas disciplinas diferentes al intentar tratarlo, y filosofías hay muchas... yo diría que una por persona... por eso es un gran tema de conversación... pero absurdo para intentar convencernos unos a otros , - )

    ¡¡¡¡SALUDOOOOoooosssss!!!!!!

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