martes, 17 de enero de 2012

La Julio Verne. Capitulo 1: El viaje a ninguna parte.

Introducción.

Tras la publicación de la historia que surgió de un sueño que tuve, un día que tenía fiebre (La Julio Verne y la desinflación del universo) a mi amigo SergioHC, del que podéis ver multitud de comentarios en esta agOra con la firma de BitFarmer, quiso completar la historia haciendo toda una serie completa de capítulos continuación de esta primera, que sufriría pequeñas variaciones.

Aquí publico tal como queda la primera parte, e iré publicando el resto de capítulos obra 100% de SergioHC. ¡¡¡Gracias Sergio!!!! mi granjero preferido , - )


Capitulo 1: El viaje a ninguna parte.

Mike era el quinto astronauta, el que estaría allí virtualmente, utilizando su implante virtual y un Robot Humanoide Remoto ó RHR, un módulo de presencia virtual estandard en estos días. Participaría en las maniobras de la nave e incluso en el experimento temporal, pero lo haría desde tierra. Al fin y al cabo la nave no iría muy lejos. Se estaba situando en órbita alrededor del sol entre la tierra y marte. Si el experimento llegaba a funcionar le quedaban unos segundos para llegar a la tierra.

La Julio Verne no era una nave cualquiera, desde fuera podría parecer normal, quizá el morro un poco exagerado, pero contaba con el acelerador de vacío más potente jamas construido. Se habían tardado 50 años en alcanzar la capacidad necesaria para crear agujeros de gusano con suficiente tamaño como para ser utilizados por objetos macroscópicos, y aunque aún no se habían puesto en práctica, como ya en su día decía el famoso Nikola Tesla, una vez que se alcanza una tecnología, su capacidad cuantitativa solo depende del dinero y la paciencia.

El planeta entero estaba emocionado por el experimento, no en vano era la primera vez que se iba a intentar poner en marcha una máquina del tiempo, eso que tantas y tantas historias de ciencia ficción habían mencionado. El descomunal acelerador inflaría el vacío con energías por encima de los 0,1 YeV (yottaelectronovoltio), uniendo dos regiones distantes del espacio-tiempo para construir un túnel hacia el pasado. No se intentaba nada demasiado ambicioso, tan solo volver a la tierra instantáneamente desde la órbita en la que se encontraban, un viaje que de ser normal duraría un mes.

Había llegado la confirmación desde la casa blanca, Nueva Delhi y Pekín. Tenían luz verde para comenzar. La maniobra sería rápida. La energía consumida por aquel monstruo dejaría secos sus convertidores E-MC2 en menos de un minuto, y eso que los habían cargado con Francio a alta presión. Mike, en su cómodo puesto virtual accionó los interruptores y controles de la alimentación. Nada parecía estar pasando pero los cuatro astronautas sabían bien todo el trabajo y las expectativas que se había invertido en esta prueba, además de las cantidades de energía con las que estaban jugando.

Era el momento. El acelerador se puso en marcha. Una especie de vibración generalizada pero suave creaba un ambiente mágico. Los astronautas no podían evitar mantener la atención sobre la pantalla que mostraba el exterior de la nave, a pesar del millón de cosas que estaban bajo la responsabilidad de cada uno.

Por fin, después de los diez segundos más largos de sus vidas una luz tenue y temblorosa parecía abrirse camino delante de la Julio Verne. Cinco segundos más tarde la imagen clara y limpia de la mismísima tierra estaba frente a ellos, asomando por una especie de ventana de menor tamaño, aunque suficiente para la nave.

- Atravesemos, grito sin elevar la voz Mike. La nave dio un ligero impulso y sin más, llegó a las proximidades de la tierra instantáneamente, ejecutando un salto hacia atrás en el tiempo. La actividad del acelerador cesó y el túnel temporal desapareció. Los cuatro astronautas no pudieron sino fundirse en un fuerte y sincero abrazo de alegría sabiendo que acababan de hacer historia. Pero algo les llamó la atención rápidamente. Mike no sonreía siquiera.

Mike fue claro después. - Tomemos tierra cuanto antes... algo inesperado ha pasado. La seriedad tan clara mostrada en un momento en el que estaba fuera de lugar hizo reaccionar de inmediato a la tripulación, que se dispuso al descenso a tierra.

- Me piden que os haga una pregunta... ¿Habéis sentido nauseas?.
- No, contestaron rápidamente sus compañeros, ¿A que viene esa pregunta, y porque parece tan importante?.
Mike dudó un momento y después continuó.
- Según parece, a falta de confirmación, y a nivel mundial, todos los habitantes de la tierra han sufrido una significativa nausea justo cuando habéis dado el salto...

La Julio Verne describió el descenso orbital al que acostumbraban las naves en su vuelta a tierra. La repulsión eléctrica de alto voltaje permitía el descenso controlado a velocidad constante y sin los inconvenientes de las antiguas reentradas. Solo una cosa perturbó el aterrizaje, hizo falta bastante más energía de lo habitual para conseguir frenar la caída libre.

Ya en tierra, Mike -esta vez en persona- se reencontró con los otros cuatro astronautas en medio del mayor de los caos. Un enjambre de personas que se devanaban en conseguir información sobre lo sucedido.

- ¿Que está pasando Mike?.
- No lo sabemos. Al principio solo era la "anécdota" de la nausea, pera ahora están fallando muchos sistemas informáticos y de telecomunicaciones.

Los cinco quedaron boquiabiertos al mirar por una de las ventanas que daba al exterior, desde la que había unas muy buenas vistas del mar, dada la altura del edificio. El agua del mar, en toda su extensión no presentaba el aspecto oleado típico... en vez de esto estaba menguada, plana como un espejo sin apenas perturbaciones. Era como si se hubiera parado el viento y las mareas.

El pánico cundía incluso en aquellas instalaciones militares de alta seguridad. Algo realmente serio estaba sucediendo desde que se había conseguido el viaje en el tiempo. El suelo parecía estar pegajoso, ya que, al andar, se podía notar claramente como las botas se hundían demasiado, y eso que este era un frío suelo de piedra. Las voces... los sonidos se estaban agudizando ligeramente, como si la atmósfera estuviera cambiando por momentos. Todos sentían náuseas y malestar. De pronto Mike freno a sus compañeros.

- Señores, volvamos a la Verne

La preocupación y el miedo en sus rostros era una rotunda respuesta afirmativa.

Rápidamente subieron a la nave y se prepararon para el despegue. No les sorprendió la falta de seguridad ya que todo el mundo parecía haber enloquecido. A pesar de su férreo entrenamiento no dudaron en saltarse todo el protocolo de seguridad y no se molestaron en pedir los permisos que sabían nadie se iba a parar a dar. La nave comenzó con su suave ascenso, levitando electromagnéticamente. Los niveles de energía estaban alarmados ya que se estaba consumiendo mucha más de la estipulada para los despegues. Poco después era al revés... con apenas energía seguían ganando altura. Aún así pronto estuvieron en órbita de Clarke.

El absurdo alivio que sintieron dio paso a un escalofriante terror. Se podía distinguir perfectamente la boca del agujero de gusano, que lejos de haberse cerrado ahora ocupaba una gran región del espacio, perfilada por la distorsión de la luz de las estrellas. La situación empeoraba por momentos. La luz del sol parecía palidecer, como en los días nublados.

- Por favor, analicemos la situación.

Mike no podría dejar de intentar saber que es lo que estaba ocurriendo, en un intento desesperado de encontrar una solución. Sus compañeros lo miraron, sin rastro alguno de sentimiento en sus rostros y los cuatro tomaron asiento.

- No tenemos las respuestas, pero hemos olvidado las preguntas.

Cerraron los ojos y permanecieron inmóviles. Mike pensó que algo les habría pasado al ser ellos los que habían dado el viaje en el tiempo. No tenía tiempo para dedicarles. Todo parecía empeorar demasiado deprisa como para darle un respiro. Una alarma de la nave indicaba exceso de atmósfera y recomendaba alejarse de la tierra para evitar calentamiento por roce. Mike maniobró la nave él solo. Decidió alejarse bastante más. Según lo hacía sus ojos no podían creer lo que estaban viendo. La tierra estaba expulsando su atmósfera al espacio, como si la gravedad ya no tuviera fuerza suficiente para sostenerla y la fuerza centrífuga hubiera ganado la batalla.

Esto no podía estar pasando. Sin duda era el fin de la humanidad. La tierra ya no era un lugar habitable, toda forma de vida que no se ahogara moriría abrasado por los rayos cósmicos, que sin duda ahora alcanzaban de lleno su superficie. Incluso los mares parecían estar arremolinándose en columnas que se elevaban hasta el espacio.

La luz del sol seguía palideciendo, ya apenas era suficiente para seguir iluminando el dantesco espectáculo. Mike se agarró fuertemente a su asiento con ambas manos. Ahora ya sabía lo que estaba sucediendo.

- Hemos roto las reglas... las hemos roto del todo.

Comprendió que las leyes de la física estaban colapsando tras la "hazaña" del viaje en el tiempo. El campo electromagnético se había debilitado y le había seguido el campo gravitatorio.

- Si el campo de Higgs se ve afectado, esto se propagará como la pólvora...

En aquel momento la luz del sol desapareció del todo, sumiendo el exterior en la más negra oscuridad. Se percató de que se cumplían sus peores temores. Ninguna estrella brillaba en el cielo. La vía láctea entera había oscurecido. Sus miles de millones de soles habían colapsado en agujeros negros, como le había pasado al sol. La instantaniedad con la que todo estaba sucediendo era síntoma claro de que el campo de Higgs ya no estaba presente. Por un momento miró su mano y comprobó que era capaz de llevarla de un sitio a otro sin pasar por los lugares intermedios, sentía como su cuerpo le abandonaba, como si se estuviera dispersando. Un rápido vistazo a lo que quedaba de sus compañeros le hizo darse cuenta que seguramente él era el último hombre vivo, y que le quedaba realmente poco tiempo.

- Desinflacióooonnn....

Tuvo tiempo de pensar en lo que iba a suceder. Ahora que el campo de Higgs ya no estaba actuando la aceleración no presenta el límite que imponía la masa, y como la gravedad aún daba sus últimos coletazos la atracción entre los innumerables agujeros negros en los que se habían convertido todas las estrellas del universo, estás se iban a juntar, de nuevo, en una rápida desinflación, dando lugar al fin del universo en un big crunch, esta vez sin tener que esperar miles de millones de años.

Se esforzó en abrir los ojos. En un último pensamiento llegó a la teoría definitiva sobre modelos cosmológicos: El universo surge, crece hasta dar con una forma de vida que sea capaz de romper sus leyes, para después desaparecer. Hemos sido los primeros de todo el universo. Sin conocerles hemos acabado con todo ellos.

Él era el último ser vivo de todo el universo, que en unos segundos iba a implosionar sobre si mismo. En un último esfuerzo, Mike activo su módulo robótico virtual RHR. Se sintió con fuerzas de nuevo, sintio volver parte de su consciencia. Pensó que debería intentar deshacer el camino andado, y sin darse cuenta, sintió que la nave se encaminaba al extremo abierto del agujero de gusano por el que vinieron.

La consciencia de Mike volvió a diluirse. Vió su vida entera pasar por delante de sus ojos, tras lo cual un simple 42 llenó su moribunda consciencia y, finalmente, todo se apagó. Nada le fue revelado en ese último instante del universo. ¿O si?

Continuará...

9 comentarios:

  1. Felicitaciones Rubén, me alegro que tu sueño siga y no se quede hasta ahí, espero atena las partes que siguen. ¡excelente trabajo!

    ResponderEliminar
  2. Sí que siga...está bueno...Sí ,le fue revelado el secreto de la Eternidad Cósmica...La No Muerte...es final abierto...arriesgo...

    ResponderEliminar
  3. Continuará.....pues venga! ,continua!!

    ResponderEliminar
  4. hola soy eva la prima de tu primo Antonio, la historia esta interesantisima ya tengo ganas de leer el segundo capitulo, me gusta sobre todo la intriga de saber si sigue con vida, si se le ha revelado algo o no. . . . . ¡¡¡quiero masssss!!!

    ResponderEliminar
  5. ¡¡Muchas gracias por los comentarios!!!!.. me hacen mucha ilusión , - ) aunque todo el mérito es de SergioHC (BitFarmer) que es quien está creando una saga de lo que era una pequeña historia , - )

    ResponderEliminar
  6. Vaya, parece que la serie engancha un poco!

    Gracias a todos los presentes por seguirla, aunque bueno, de momento solo son 2 o 3 capítulos, pero veo gente con ganas de ver que pasa en el siguiente.

    Espero poder seguir un ritmo de 1 capitulo cada 2 o 3 días, más que nada porque yo también estoy enganchado y quiero saber que pasa después, y si no lo escribo, no pasa nada!

    ResponderEliminar
  7. Qué maravilloso es escribir literatura. Que os acompañen en vuestra aventura los "abuelos" Bradbury y Stanislaw Lem. Felicitaciones a los coautores.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por la parte que me toca.

      Yo personalmente soy más de Issac Asimov, y de los autores que comentas pues creo que no he leído nada, he de reconocerlo, aunque conozco varios libros suyos "de oídas".

      Últimamente leo más ciencia pura que ciencia ficción, y más blogs que ciencia pura... no se donde me lleva eso, quizás a una cierta ignorancia de los clásicos!

      Bueno, así cuando me jubile tendré mucho y bueno que leer.

      Eliminar