jueves, 15 de mayo de 2014

Algo sobre sexo

Ricardo Flores Joya:

Pienso que una persona en condiciones normales, físicas y psicológicas, y en edades adecuadas de desarrollo y madurez, no deja de estar interesada en el sexo. Mejor dicho, siempre lo está. De alguna manera o de otra, el sexo integra condiciones esenciales para la reproducción y supervivencia de las especies de la naturaleza, y en el ser humano, especialmente, condiciones elementales para desarrollar una vida sana en el aspecto físico, emocional y espiritual.

Obviamente, el deseo sexual, como el acto mismo, es una función del organismo en determinada fases física y mental. Algo tan natural como beber y comer; de la misma forma, ni más ni menos, que las demás especies de la Naturaleza. Pienso que en todas las especies, con excepción del ser humano, esto no constituye ningún problema.

En la naturaleza humana, hay algo particular con el sexo, y este es el placer sexual, y esto marca la gran diferencia con las demás especies: EL PLACER. Según estudios y descubrimientos sólo el ser humano, el delfín y una que otra especie del mono sienten placer en el acto sexual. Las demás especies de animales hacen el sexo únicamente por motivos de procreación; sin experimentar placer. La hembra tiene sus períodos de "celo" cuando es el tiempo apropiado para poder concebir y dar lugar al nacimiento y propagación de sus respectivas especies. El hombre y la mujer, no tienen cortapisas, ni ataduras, y generalmente ni regla moral para buscar el sexo, una vez que el deseo normal o incontenible aparece.

Por supuesto que el sexo tiene su importancia esencial en la vida. En condiciones mentales y endocrinas normales es muy difícil vivir sin sexo aunque reconozco que algunas personas, en alguna etapa determinada de la vida, se abstengan de hacerlo por motivos religiosos, personales, de salud, determinación, etc. Sin embargo, no es el caso de la generalidad que, en ocasiones, al carecer de una compañía para hacer el sexo, se complacen en su misma persona. Me arriesgo y me atrevo a decir que esto puede ser un hábito común en determinado momento o circunstancias de la vida y en muchos casos, por siempre.

En realidad, no veo ningún problema en el deseo sexual ni en el acto sexual mismo; al contrario, como he apuntado anteriormente, es muy sano, necesario y hasta indispensable el sexo en sus dimensiones y proporciones normales.

El problema, radica, quizás, en lo que podríamos considerar como una adicción; lo cual, me atrevería a decir que un porcentaje elevado de los hombres y tal vez un porcentaje un poco menor de mujeres, lo padecen (No estoy seguro). No estoy diciendo que todo el tiempo, pero sí en gran parte de la existencia, se padece este flagelo. Si, un flagelo, cuando constituye una adicción como cualquier otra adicción, ya sea la bebida, el tabaco, el juego, alguna creencia o algún tipo de adicción "espiritual" esa de los ascetas, o gente recluida en monasterios o sitios similares donde se privan de cualquier tipo de libertad elemental.

Cuando una persona, carece de una expresión creativa en la vida, le da una importancia sobre dimensionada, excesiva al sexo, y este se vuelve un problema muy agudo. La persona busca a cualquier costo, satisfacer ese desbordante deseo sexual y es entonces que se desencadena todo tipo de abusos, y todo tipo de desorden criminal de violaciones, hasta de inocentes niños. Esto, obviamente, pasa debido a cierta inconformidad, vacuidad, conflictos personales, que la persona insatisfecha consigo misma, abrumada muchas veces por cierto conflicto personal, físico o sicológico, busca escapar de sus problemas en el sexo, la bebida, o a cualquier tipo de alejamiento o estúpida creencia.

Esto también desborda al ser humano a inclinaciones de búsqueda de todo tipo de escape, ya sea este religioso, político, social o espiritual como sucede con el escape a todo tipo de adicciones. Y claramente podemos ver que el resultado de todo este cambio es el sometimiento a otra clase de cadenas que siguen esclavizando la mente y la voluntad del ser humano.

Como dije, el sexo es una parte esencial en la vida, pero no lo es todo. En condiciones normales es hasta necesario. La adicción al sexo solo es posible cuando no hemos descubierto la parte creativa de nuestra vida, la parte creativa que puede ser cualquier cosa que sepamos hacer y que la hagamos con satisfacción, ya sea pintar, escribir, dibujar, construir. Puede ser el jardín, la cocina, hablar en público, la decoración, alguna profesión o dedicación que nos guste, que verdaderamente, nos dé satisfacción. Todo con agrado, con alegría, con amor.

El problema es que no hemos descubierto esa parte creativa de nosotros, que todos tenemos, por dedicarnos muchas veces a labores, faenas o trabajos que no queremos, que no nos gustan que aborrecemos, que odiamos, pero que sin embargo, "por necesidad" mantenemos
porque nos pagan bien o simplemente necesario para la subsistencia. Y sentimos, verdaderamente, miedo o como quieran llamarle, de afrontar o enfrentar otra realidad que podría ser nuestra liberación. De lo contrario, pues, buscamos una salida para huir de nuestra soledad e insuficiencia, de nuestra inseguridad, y acudimos al sexo, la bebida, el juego o a cualquier estúpida creencia religiosa o de otro tipo, para sentirnos bien e importantes temporalmente. Pero hasta ahí. Después a lo mismo, al mismo rol de decadencia, inseguridad y soledad, al conflicto y sufrimiento, y nos conformamos.

Si aún no han descubierto alguna habilidad, algo creativo, que les satisfaga y les haga sentir contentos y felices; a través de ir conociendo, observándose a ustedes mismos, irán descubriendo ese potencial o habilidad aún oculta en el inconsciente y que puede ser la verdadera liberación del miedo, la soledad, la inseguridad y las adicciones.. Y a disfrutar de los placeres y atracciones de la vida, incluyendo el sexo, con normalidad y alegría. Porque es preferible "hacer el amor que hacer la guerra"

rfloresjoya-

Rubén de Iscar Camacho:

Desde cierto punto de vista, se puede considerar nuestros cuerpos, nuestras vidas, como los vehículos que utilizan nuestros genes para mantenerse en el mundo. Una de las necesidades más acuciantes, visto así, para nuestro ADN sería perpetuarse en la próxima generación, a poder ser mezclado con otro ADN que sea lo más saludable posible. Esa es la función biológica del sexo, la mezcla genética.

¿Cómo consigue el ADN que el ser vivo que lo forma y contiene se asegure de mezclarle con otro ADN bien elegido? Para los animales más sencillos es fácil: por instinto. Subconscientemente, y sin que nadie les enseñe ni les indique cuándo ni cómo siguen el ritual marcado en su especie para poder hacer la mezcla genética y perpetuar la especie, con cortejos más o menos elaborados dependiendo de la complejidad del animal, y destinado siempre a elegir lo mejor posible en base siempre a la supervivencia , - )

Cuando llegamos los animales con capacidades mentales llamadas superiores, consciencia, el truco del instinto no era suficiente. Tenía que haber un "engaño" para que el sexo siguiera asegurando la mezcla genética y manteniendo viva a la especie. En los casos en los que no era así, la especie se extinguía, dejando paso a los que sí lo hacían. Ahí surgió el placer. ¿Qué es?: un sentimiento, es decir, un mensaje que va desde nuestro subconsciente hacia nuestro consciente para condicionar nuestro comportamiento según nuestras propias necesidades. Placer y deseo sexual están diseñados para asegurar la mezcla genética y la perpetuación de nuestra especie.

¿Porqué los hombres y las mujeres vivimos el deseo sexual y el sexo de formas diferentes? Salvando la injusticia que siempre que se generaliza se está cometiendo, los hombres deseamos subconscientemente asegurar nuestra descendencia por el método de "cuanto más, mejor", seguramente porque nuestros ancestros machos no tenían a sus hijos al cargo. Pero las mujeres sí criaban a sus hijos, algo muy complejo, trabajoso, y a lo que le puede uno dedicar toda su vida. Ellas necesitaban elegir bien ya que la inversión en ese hijo era muy grande, de tal forma que su deseo subconsciente sexual sigue el método de "elige bien".

Nuestra consciencia nos ha traído muchas cosas buenas, pera también muchas malas. Nuestras sociedades son producto de ella, y dentro de ellas establecemos unas costumbres, tabúes y normas que en ocasiones nos perjudican gravemente, ya que no son justas con nuestra condición biológica. Religiones y pudores, absurdos odios como por ejemplo la homofobia, estrangulan nuestros deseos frustrando nuestros objetivos subconscientes. El resultado de esta frustración es la obsesión, la constante presencia en la mente de ese deseo insatisfecho, el último recurso subconsciente para asegurar la perpetuación genética. Y, por desgracia, con esta obsesión surgen las aberraciones sexuales, entendiendo estas no como las prácticas sexuales que a cada uno nos parezcan más allá de nuestros propios gustos, sino como costumbres en las que solo uno de los implicados está de acuerdo con la relación. Pedofilia, violación, etc. son demasiado comunes y un auténtico problema mundial.

Mantengamos sexo saludable.. dejemos de relacionar el sexo con algo sucio, negativo o vergonzoso... reconozcamos nuestras diferencias y gustos desde el respeto y la comprensión... rompamos tabús y adaptemos nuestras costumbres a nuestra biología... impidamos que nadie tenga sexo con una pareja que no admita en libertad dicha relación, con la fuerza de la justicia y la marginación social... eduquemos a nuestros hijos para que convivan con el sexo sin que uno domine al otro, de forma equilibrada, ese sutil y difícil objetivo de la vida de cada uno de nosotros.

martes, 6 de mayo de 2014

Gran hermana

A menudo soy consciente de la omnipresente y real presencia del gran hermano empapando todos nuestros actos.

Recuerdo, hace años, me molestaba comprobar cómo nos controla, cómo nos dirige para que hagamos exactamente lo que su voluntad nos ordena, como vigila cada uno de nuestros movimientos (gran hermano te vigila) y sabe absolutamente todo de nosotros. Vivimos exactamente como en 1984.

Después llegó el día en que comprendí que si no fuera por el poder que ejerce sobre nosotros, por el adiestramiento y atontamiento al que estamos sometidos no serían posibles nuestras sociedades, y acabaríamos los unos con los otros al descubrir tanta imperfección entre la que vivimos y tantos defectos sistémicos que nos hacen faltarnos a nosotros mismos y a los demás. No fue aceptación, sino reconocimiento de su función como pieza clave del puzle humano.

Hoy he pensado algo más, fruto quizá de esa falta de aceptación que nunca ha desaparecido. Puede que sea verdad, que gran hermano permite que vivamos tal como lo hacemos, que su control sea anteojeras y a la vez lo que mantiene cerrada la caja de Pandora, pero también creo que sus acciones pueden dirigirnos en mejor dirección.

Vivimos de forma totalmente autodestructiva, arrasando nuestro medio ambiente y de paso el de la mayoría de formas de vida. Vivimos egoístamente, peleando por lo mío sin conciencia de grupo, manteniendo la bota en el cuello del tercer mundo para prolongar su miseria creyendo que es la única manera de que exista nuestro primer mundo. Gran hermano nos lleva a un callejón sin salida.

¿Y su tuviésemos una gran hermana? ¿Y si en vez de parecernos tanto a los chimpancés nos pareciésemos más a los bonobos? ¿Y si una gran hermana potenciara nuestro altruismo, compasión, empatía, amabilidad, paciencia y sensibilidad?

Puede parecer un comentario feminista, pero los chimpancés son dirigidos por sus machos más fuertes y sus sociedades son violentas, inseguras para sus miembros, discriminatorias. Sin embargo, los bonobos, primates tremendamente parecidos, son dirigidos por sus hembras más sabias, y el resultado son sociedades donde sus miembros son muy felices, los problemas se resuelven por el amor y no por la guerra. La compasión determina sus actos y se comportan como un verdadero grupo de seres que quieren vivir unos con otros.

Una vez más tenemos mucho que aprender de lo ya inventado... quizá solo es cuestión de que sepamos mirar a tiempo.

¿Hasta dónde llegaríamos gobernados por una gran hermana?

domingo, 4 de mayo de 2014

Solo en mi deseo de inmortalidad.

Si, así me encuentro.

Los humanos somos gente seria. Nos gusta divertirnos y pasarlo bien, estar con la familia y amigos y "disfrutar de la vida". Nos gusta practicar nuestras aficiones y gustos. Pero sobre todo nos gusta tomarnos las cosas muy muy en serio (tal como le explica a la perfección el "hombre de negocios" al principito en uno de los planetas que este visita)

Somos serios a la hora de construir vajillas de porcelana, de planificar las estrategias comerciales de nuestra empresa de pañales, de mantener levantado un sistema informático que se encarga de contar cuantas veces hacen "click" los usuarios de una página web de recetas de comida... todo lo que tiene que ver con el trabajo humano es un asunto muy serio.

De esta seriedad a la hora de proponernos metas surgen (además de vajillas y pañales), nuestras sociedades, tecnología y conocimientos de los que disponemos. Todo un logro humano. De verdad, admiro hasta donde hemos sido capaces de llegar y teniendo en cuenta nuestros grandes defectos sistémicos y lastres evolutivos, realmente me sorprende.

Pero llegados a este punto me encuentro solo. Solo en mi deseo real y natural (bajo mi personal y por lo visto exótico punto de vista) de inmortalidad.

¿Me he pasado de ver películas de ciencia ficción? ¿Alguna sustancia psicotrópica afecta a mi sistema nervioso? ¿Matrix me posee?

Me explicaré: Vivimos, existimos, aquí estamos yo escribiendo estas alocadas palabras y tú leyéndolas. Sin pretender caer en el hondo pozo filosofal que esta afirmación supone (ya caí en él aquí) la voy a dar por válida. Y si esta afirmación es válida esta otra va seguida: Vamos a morir.

[Advertencia: Las palabras que vienen a continuación pueden herir la sensibilidad del lector. El autor del texto, en su infinita ingenuidad, cree que es más importante y útil la verdad aunque duela, y puede que no compartas su opinión]

Cada uno de nosotros se toma la tremenda presión que esta afirmación supone como quiere (o como buenamente puede): Unos creen en una religión que, sin ninguna prueba, afirma que hay otra vida después de la muerte, otros dan por cierto, sin ninguna prueba, que van a reencarnarse, otros afirman que su "energía" no muere con ellos, sino que es utilizada por otros seres vivos y de esa manera no se muere nunca. Otros, con valor y realismo afrontan su desaparición asumiendo que es natural. Miles y miles de versiones diferentes de escudos ante el mismo miedo, el que provoca saber que vamos a morir.

Yo lo tengo claro y no encuentro ni una sola prueba que me haga dudar ni un ápice. Mi muerte será mi desaparición, al igual que antes de nacer no existía. Siendo esto así, y dado mi deseo de inmortalidad, creo que deberíamos buscarla.

La medicina, una ciencia, ha conseguido hacer que vivamos el doble de años en muy poco tiempo, y seguirá haciéndonos más longevos. A nadie le parece mal, todo lo contrario. Todos estamos contentos cuando nos curan de una enfermedad y seguimos viviendo ¿no? Sería de locos (que los hay) ir en contra de una ciencia que nos permite vivir más tiempo.

Sin embargo, cuando digo que creo que toda la humanidad debería trabajar seriamente para conseguir la inmortalidad (es decir, lo que ha empezado la medicina pero por muchas más vías) soy yo el que sueno a loco. ¿No es una contradicción?. Una organización internacional, sin ánimo de lucro, financiada por todos los países en función de su riqueza que formara y agrupara a los mejores científicos del mundo en el esfuerzo multidisciplinar de luchar contra la muerte, eso para lo que está constituida toda forma de vida.

¿Cómo conseguir la inmortalidad?. No lo sé. ¿Cambiando nuestro cuerpo biológico por una representación software en un sistema informático? ¿Nanorobots que recuerden nuestro ADN y se encarguen de luchar contra la corrupción del que tienen nuestras células? ¿Dando paso a nuestros sucesores evolutivos lógicos en forma de inteligencia artificial? Cientos de vías que suenan a ciencia ficción, tal como hace 200 años lo haría la telecomunicación vía internet... eso de lo que ahora mismo estás disfrutando.

¿Cómo resolver problemas de superpoblación si seguimos naciendo y no muriendo? Quizá debamos dejar de nacer... quizá encontremos la manera de vivir como un solo individuo humanidad. ¿Hasta dónde nos llevará la madriguera de conejos si tenemos valor para seguir a Alicia?

Ningún banco ni empresa grande del mundo guarda la información en un solo lugar. Como asunto serio que es, todo lo referente a clientes y dineros se guarda en dos sistemas informáticos, que a su vez, cada uno de ellos, son dos máquinas físicas diferentes que están en ubicaciones diferentes. Además, se hace copia de seguridad diariamente para mantener esos datos durante años por si hicieran falta. Todo un esfuerzo informático para que, bajo ningún concepto, se pueda llegar a perder información. Ya hemos hablado que somos gente seria. Ahora, eso sí, cada uno de nosotros somos copia única e irrepetible, no tenemos copia de seguridad, y vamos por ahí totalmente expuestos. En el asunto más serio se nos olvida la seriedad.

Dedicado a mi hermana Juli y a mi padre que hoy me han hecho pensar ,-)