Si buscamos en el diccionario la palabra virtual una de sus acepciones dice: “Que solamente existe de forma aparente y no es real”
Como habrás podido imaginar por el título de este capítulo,
vamos a tener aquí una pelea con la mismísima RAE, la Real Academia Española,
porque voy a tratar de explicar que no puedo estás más en desacuerdo con esa
definición.
Una casa es algo que todos podemos identificar y diferenciar
fácilmente. Todos -igualmente- aseguraríamos que es algo físico y tangible, y
-por supuesto- absolutamente real. Sea una casa baja o un edificio alto, de
ladrillos o madera, tejado plano o a dos aguas, rústica o moderna si le
preguntamos a Ariadna Gavilán Montoya puede reconocerla y saber que te puedes
refugiar dentro, puede imaginar que tiene distintos espacios, como
habitaciones, comedor, cocina, baños y que puedes dormir en ella por las
noches. Algo tan real como tú o yo.
Ahora vamos a hacer un experimento, que es coger cada una de
las piezas que forma la casa, sus ladrillos, maderas, baldosas y azulejos,
cubiertas de yeso o pladur… todos y cada uno de los materiales que la forman, y
los vamos a disponer sobre el suelo de forma más o menos ordenada. Qué no falte
nada, ni un solo clavo o tornillo. Si le preguntamos ahora a Ariadna si tenemos
una casa ¿seguiría diciendo que sí? ¿Podrías decir tú que tienes una casa si
tienes ese montón de materiales? ¿Podrías seguir durmiendo, viendo la tele o
cocinando con ellos? Ya no, ya no hay casa. Pero ¿Si no falta ni una sola pieza
de la casa, entonces donde está la casa? Hay un ingrediente que en el montón de
escombros no está y en la casa sí, que es el orden, la disposición de los
elementos que la componen de una determinada y precisa forma. Ergo la casa no
es un elemento físico, algo que queda solo para sus componentes, si no que es
un concepto virtual que flota sobre ellos si los colocamos. La casa emerge al
ordenar los ladrillos.
Esto mismo lo podríamos pensar con una mesa, un coche,
cualquier electrodoméstico, etc ¿Tendrías un coche si sus ruedas estuvieran en
el maletero? Muy lejos no ibas a ir con él. Cada pieza suya es física, pero el
coche no, porque si no las colocas no tienes coche, solo un montón de piezas en
las que no te puedes desplazar.
Hace muchos años estuve en un museo de ciencia y en una
vitrina había una serie de frascos de cristal, unos grandes y otros mucho más
pequeños, todos conteniendo polvo de distintos colores o gases transparentes.
Al leer la información sobre qué era aquello indicaba que esos eran -con total
precisión- los elementos químicos que forman el cuerpo de un ser humano adulto,
y que se encontraban allí exactamente en la cantidad necesaria para constituir
uno. Es evidente que no era una persona, que no podías preguntarle si le
gustaban las coles de Bruselas y que nadie iba a ser detenido por haber
atomizado a nadie. No era nadie. Pero podría serlo. Allí estaban todos esos
átomos absolutamente inertes, desprovistos de cualquier rastro de vida, pero
rotundamente físicos y reales. Si tuviéramos una impresora 3D que estableciera
el orden entre ellos, que catalizara las reacciones químicas necesarias para ir
formando moléculas y luego las dispusiera formando células, y repitiera este
infinito baile agrupándolas en tejidos, órganos, sistemas… y finalmente en una
persona (algo que no es tan diferente de lo que de verdad sucede durante
nuestra gestación) aportaríamos ese ingrediente mágico, orden, y tendríamos
vida y persona, algo que en aquella vitrina de museo no había. Las personas
somos virtuales, solo aparecemos cuando nuestro soporte físico está ordenado
exquisitamente, si no adiós persona.
La gracia completa vienen aquí: Este mismo ejercicio lo
podemos hace con ejemplos cuantitativamente más complejos o mucho más
sencillos, y funcionará de igual manera. Por ejemplo, una sociedad humana es
algo virtual que aparece cuando juntamos personas y se relacionan entre ellas.
Si las separamos, no falta ni un humano, pero ya no hay sociedad. El sistema
solar seguiría siéndolo si quitamos algún planeta o el sol capturara algún
objeto interestelar y entra en órbita alrededor de él, pero si el sol no
tuviera ni un solo cuerpo celeste al que influir gravitatoriamente de forma
clara (ojo que la gravedad afecta a toda distancia) más que un sistema solar
tendríamos un sol.
Si pensamos en el ladrillo de nuestra casa de antes, ese que
estaba claro que aunque la casa era virtual él era real, podemos repetir el
proceso de separar sus componentes a ver qué sucede. Estrellemos el ladrillo
contra el suelo con fuerza y comprobaremos que hemos dejado de tener ladrillo
sin que falte nada. Ya no puedo construir con él, ha desaparecido, por lo que
el ladrillo también es virtual.
¿Y si bajamos aún más a lo pequeño? ¿Son los átomos reales o
virtuales? En los trozos más pequeños del ladrillo que acabamos de partir, en el
polvo que hayamos conseguido, hay sílice, uno de sus ingredientes principales.
Esta sílice se llama en química óxido de silicio, es decir un átomo de silicio
y dos de oxígeno. Si nos fijamos en el silicio, es un átomo que siempre tiene
14 protones agrupados en su núcleo. Si no fueran 14 si no 13 tendríamos
aluminio con el que hacer ventanas y si tuviera 15 tendríamos fósforo que
podría formar parte de nuestro ADN o nuestras membranas celulares, pero no
podríamos hacer ladrillos. Las características, todas las propiedades de los
átomos aparecen si juntamos el número necesario de protones (que no son nada
fáciles de juntar). Los átomos son virtuales y solo aparecen cuando juntamos
sus protones (por supuesto también sus neutrones y electrones) que sí son
físicos…. ¿O no?
¿Hasta donde podríamos subir o bajar buscando ejemplos en lo
más pequeño o lo más grande? ¿Qué es real? Yo creo que simplemente la
definición del diccionario de virtual está equivocada y que todos los ejemplos
de los que hemos hablado y cualquier otro que se nos ocurra trata sobre cosas
reales, porque este juego, el de agrupar para conseguir cosas que antes no
existían es en lo que consiste nuestro universo, nosotros y nuestra vida en él.
Si te ha interesado el tema permíteme recomendarte mi libro
“Infovisión” que ahora está a la venta en Amazon sin ningún interés personal al
hacerlo excepto el de comunicar la idea que encierra, similar a la de esto que
acabamos de comentar, pero explicado con mayor profundidad.
Virtual es real.
Versión para escuchar: